Despertares
Me desvelo en la ausencia de una coherencia incoercible tramitada por alguien con vestido gris a base de ires y venires de la vida, un tanto convexa de vez en cuando; corrupta cuando le place, o mas bien cuando le dejan. Vacía de sentido y esparramada en rumores que se quedan cortos al hablar de proyectos, infortunios y vicisitudes...
Con los bolsillos vacíos de todo y llenos de nada me disperso en esta cama que se queda inmensa mientras al resto del mundo no parece importarle en absoluto si mañana se levantarán con el pie izquierdo, que para el caso da lo mismo, puesto que solo tenemos dos y alguno hay que poner primero...
Abro un ojo despacito, luego el otro, y aun me quedan párpados para soñar con cinco minutitos más,... oh... son ya y veinte, y me queda por delante una ducha insípida y un buen rato de camino hacia esa realización personal inexistente... denominada trabajo vocacional...
Con ojeras humedecidas con el vapor del calor del catre y las arrugas de la sábana marcadas por dentro, desayuno un zumo de rutina y galletas de inquietudes e incluso un café solo sin taza. Y tristemente no sabe a nada... He perdido el gusto por los sabores auténticos, cargados de algo más que un café de máquina...
Inexpresividad matutina, agotamiento mental y cansancio personal.. Qué lejos queda la parada del bus cuando se ve el mundo eliminando los planos verticales y sólo queda el horizontal, y las ganas de tumbarte se desbordan a medida que das un paso más hacia ese pequeño desasosiego diario... Que tengas un buen día...
Foto: Octubre 2005, de vuelta de Asturias (La Montaña Magica)
1 Comments:
Ay Martuka,Martuka, no se puede ser tan profunda en estos tiempos que corren. La filosofía y los ideales nos confunden a diario y no nos dejan ver lo que realmente merece la pena de ésta, nuestra vida, la vida que a cada uno de nosotros nos ha tocado vivir, con mayor o menor suerte, pero la única que tenemos y la única que podemos aprovechar o malgastar. Yo me he decidido por aprovecharla y malgastarla a días alternos, así no me quedará nada por hacer al final de mis días y conoceré el sabor agridulce de la pena mezclada con la alegría, la tristeza de mis desencuentros con la satisfacción de mis sueños cumplidos.
Desde aquí, mi rincón preferido te escribo estas líneas, profundas en su medida, tanto como lo pueden ser escritas en un día como hoy, Viernes, 9:30 de la tarde, sola, sola por dentro y por fuera, sola anímicamente y acompañada de mis penas y recuerdos.
By Anónimo, at 11 noviembre, 2005 20:28
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