Arrebato de mimos...
Si alguna vez he creido ciegamente en tus palabras fue porque me tendiste la mano de la confianza, precisamente ciega. Ciega porque empecé a quererte sin saberlo, y cuando lo supe intenté esconderte bajo las sábanas de mis interiores para negar a la razón lo que me estaba pasando. Cuando irremediablemente se dio cuenta fue cuando decidí cogerte por banda en el Carmen y arrebatarle al tiempo todos esos segundos que había estado quitando durante años inexplicablemente. Desde entonces supe que debía jugar a las cartas mi futuro contigo, y aposté por el caballo ganador. Y me siento ganadora, por todo lo que me aportas día a día, por todo lo que pretendes enseñarme, por todos esos viajes que quedan por soñar algún día de estos, por tu insomnio latente en mi cerebro y porque a fin de cuentas tengo la certeza de ser capaz de hacerte feliz aunque suene altanero. Y sé que tú harás lo mismo. No quiero hablar de caducidades ni de bodas. Sólo de hoy y como mucho de mañana.
6 Comments:
Las dudas y los miedos son los que nos hacen pensar en esas caducidades y fechas de boda, en ese mañana y en las sábanas que guardan deseos... Feliciades por hacer entrar en razón a la no siempre lógica razón.
Por cierto, bienvenida, se te echaba de menos :)
By Antonio, at 08 agosto, 2006 11:55
feliz regreso, y por lo que veo radiante de optimismo.
By Prich, at 08 agosto, 2006 12:49
El Carmen. Sin duda ese barrio tiene algo. No lo dejes. No los dejes.
:)
By Pow, at 08 agosto, 2006 15:04
Tampoco tengas miedo a hablar del futuro. Es una muestra más de fe ciega.
By Raist, at 08 agosto, 2006 19:18
¿Y qué hacer cuando se pierde la apuesta, o se empata sin remedio...?
By Alnitak, at 13 agosto, 2006 19:42
Excellent, love it! »
By Anónimo, at 26 abril, 2007 14:47
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