El Reposacabezas

lunes, febrero 06, 2006

living...

Pensaba en su próximo regreso. Las ganas de volver a probar la comida de su madre. Aún le quedaba el gusto del último puchero de ella. Sin embargo aunque nunca se había dado cuenta, tenía una soga alrededor de la cintura. Extraña situación, puesto que era una fanática de la limpieza personal y no pasaba más de un día sin recluirse unos minutos en la ducha. Esa soga iba tirando poquito a poco, hacia otro punto del mapa. A la vez que se encogía la cuerda por haber menos distancia, se le encogía un poco más el corazón y las ganas de dejar todo lo que un día creyó que era suyo.

Con la mente y las neuronas más revueltas que nunca, resolvió poner un pie tras otro hasta llegar a la puerta de embarque. Donde también percibió, no por primera vez, que era más torpe cada día; y que no era capaz de coger un bolso, una mochila y una maleta con tan solo dos manos.

Al subirse al tren, tuvo una sensación extraña. Quiso saltar por la ventanilla y escapar corriendo cual fugitivo. Pero contuvo las ganas con música del hilo de fondo.

Cada viaje se preguntaba cómo sería su acompañante. Y esta vez la decepción fue mayor. Hacía unos días, iba muerta de risa con un portugués y una catalana, comentando sus vidas, y, hoy sin embargo, a su lado iba un chico extraño. Hasta medio camino no resolvió quitarse el abrigo y los guantes. No era muy cómodo estar a su lado, especialmente porque llevaba un discman con Britney Spears repitiendo sin parar Toxic! toxic! toxic!... mientras un niño en unos asientos más adelante no paraba de llorar. Como una tortuga empezó a recoger su cuello bajo el jersey, y a querer únicamente que fuesen las 3 de la tarde, para seguir haciendo castillos de naipes con quien le esperaba en la estación...


6 Comments:

  • Recuerdo aquellos viajes en tren. Es la época en la que más he leído de mi vida.
    Creo que en la RENFE hay una placa conmemorativa. A la persona que consiguió leer más libros y emitir menos palabras en el Talgo del corredor norte :-D

    By Blogger Pow, at 06 febrero, 2006 14:01  

  • Me encantan los trenes, escribir, leer, escuchar música, el ruido, quien te espera en el andén o a quien dejas al irte...

    By Blogger Elena -sin h-, at 06 febrero, 2006 14:10  

  • Odio viajar en tren, en barco y en todo que dure mas de dos horas...es que no tengo paciencia y al final me tirariá enpicá por la ventana.

    Besitos preciosa!

    By Blogger Sopor eterno, at 06 febrero, 2006 14:16  

  • Que te den un abrazo

    Es curioso. Lor románmticos pensaban que el tren era el fin de la poesía. Todo pasa.

    Se feliz

    By Blogger Zifnab, at 06 febrero, 2006 14:55  

  • Yo sólo he viajado una vez en tren y no me ha gustado, parecía aquello el coño la Bernarda (con perdón). Prefiero los autobuses que, aunque más incómodos y lentos, tb son más tranquilos pq no tienes a nadie pasando por tu lado cada dos minutos.

    By Blogger Para, creo que voy a vomitar, at 06 febrero, 2006 16:00  

  • Recuerdo una vez un viaje de 150 km en tren.
    Tardé 4 horas.
    Y además fuí oyendo voces extrañas todo el viaje.

    Luego me acordé que la noche anterior había salido.

    uff, que malo kiya.

    By Anonymous Anónimo, at 06 febrero, 2006 17:17  

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