Balances balanceados

Balance de última hora. Se fueron las 23 primaveras. Se marcharon los últimos retazos que quedaban del año considerado hasta hace relativamente poco como el año del fracaso. Sin embargo, analizando la situación me he dado cuenta que a nivel personal ha producido un crecimiento importante. Es cierto que ha habido bastantes meses malos. Pero como siempre la primavera viene y me cura el invierno. Y sinceramente no tengo expectativas grandiosas de futuro, ni ganas de hacer planes imposibles. Hoy me decían que por teléfono se me oía contenta. Y por primera vez desde hace meses he tenido ocasión de decir con la boca bien grande que me encuentro estupendamente. He visto que hay dos formas de tomarse las cosas, amargándote, o aceptándolas. Y es curioso como cada vez me importan menos las levedades. Me resulta todo mucho más superficial y falso. De hecho hace meses que siento una soledad algo obtusa y por primera vez he dejado de culparme. He abierto los ojos y he visto que quien debe estar ahí en el fondo sé que está, y el resto 'allá película'. No tengo ganas de amargarme la existencia por cuatro tonterías de patio de colegio. Tengo valores más importantes que apreciar de los demás. Curiosa también la forma de rodearme de gente generalmente más mayor. Me siento algo más vieja por dentro. Quizá la palabra sea curtida. Con ciertas cicatrices que lo único que hacen es recordarme todo lo que he aprendido en este tiempo. Que no es poco. Siento que la paz personal está llegando poco a poco a mi conciencia de puntillas. Y aunque la hiperactividad sigue su curso, y ya he perdido algunos kilos gracias a ella, el relax que me proporcionan un par de días de sol es inversamente proporcional al resto de soledades invertidas del planeta. Hay más días que mañana, y probablemente, sean maravillosos si sé apreciarlos. De momento me decanto por pequeños placeres. Los de hoy son los siguientes:

• Despertar con el sol en la cara, con el sonido de un mensaje en el que te recuerdan que te quieren
• Sentir el calor de las plumas del edredón en los interiores, saber que tienes 5 minutitos más de placer incomparable.
• Desayunar después de algunos días tus cereales favoritos
• Recibir regalos cuidados con cariño
• Hacer ejercicio y notar que tu cuerpo sigue respondiéndote pese a todo
• Ir a trabajar pensando si les gustará tu bizcocho de cumpleaños
• Descubrir que puedes hacer que un niño alucine con tus humildes palabritas
• Recibir un beso de un canijo con sabor a chocolate
• Sentirte integrada en un equipo de trabajo
• Que te dejen marchar un poquito antes por ser tu día
• Escuchar 'Think' de Aretha a todo volumen
  
• Ver muchísimas llamadas y mensajes en tu teléfono
• Reírte de tu cara en las fotos
• Cenar con los tuyos
  
• Y por fin irte a la cama con una sonrisa estúpida como cada 7 de mayo...