El Reposacabezas

lunes, noviembre 06, 2006

Casualidades




La casualidad me cogió suavemente la cabeza. Me miraba de frente, con los ojos que solo te mira una persona que te quiere. Me puso las manos en las sienes, y me aproximó a ella cerrando los ojos. Me dio un beso en la frente. Sentí el calor de sus labios en mi piel. Se quedaron marcados por el tacto. Me volvió a separar de ella, me miró a los ojos de nuevo, y me dijo: Cuídate, pequeña.

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