Cuento de Navidad...
- 1950 -
A los 5 años sentía que mis días giran en torno a esas fechas de magia que los mayores llamaban Navidad. Trabajaba todo el año en la escuela, y ayudaba cuanto podía en casa. Mi madre siempre decía que los Reyes lo veían todo y yo, iluso, la contemplaba como se mira a una madre, creyendo a pies juntillas todo lo que me decía. Los Reyes aunque pidiera algún juguete, siempre me traían lo mismo. Una naranja y una peseta rubia. No daba la cosa para más. Sin embargo era feliz acercándome al día siguiente a gastar algo del dinero en caramelos. Los juguetes me los hacía mi hermano mayor con alguna lata. Recuerdo el primer balón que nos hicimos. Era de trozos de telas y plásticos, muy muy duro. Y los zapatos tenían que durar mucho tiempo. Así que jugábamos descalzos. Cuando fui un poco más mayor, me acercaba al pueblo de al lado andando, no teníamos bicis tampoco, y me descalzaba e iba con los zapatos al hombro atados entre sí por los cordones, para no desgastarlos. La ropa la pasábamos de unos hermanos a otros. Recuerdo también cuando vine a Madrid y me compré mi primer jersey. De angorina verde. Estaba guapo con él. Todo el mundo me lo decía...
- 1990 -
A los cinco años sentía que mis días giraban en torno a esas fechas de magia que los mayores llamaban Navidad. Me aplicaba en el cole y hacía los deberes a diario, procuraba no pelear demasiado con mi hermana y portarme bien en casa. Solía pedir muñecas con fascinantes vestidos rosas y zapatos de tacón que sabía algún día podría utilizar. Escribía cartas a los Reyes y siempre me traían lo que había pedido. Al menos una cosa. Tenía la habitación atestada de juguetes que nunca llegué a usar, pero me gustaba tener. Cuando me enteré de la fatal noticia no me lo quería creer. Pero entendí otra forma de ver la Navidad. Ahorraba todo el año para regalarle a mi madre un monedero y a mi padre una corbata. Sabía que esas cosas les hacían ilusión y a mi también. Me sentía mayor pagando con un billete de cinco mil pesetas, conseguido a base de aporrear puertas cantando villancicos...
- 2005 -
Tengo 4 años, y mi mayor ilusión estos días es que los Reyes me traigan el caballo de Antonio Banderas. El otro día vino Papá Noel y me ha dejado en casa de los tíos un caballo y una granja. Y también un tigre que salta en casa de los abuelos. Estoy deseando que vengan los Reyes, yo creo que me he portado bien este año. Aunque a veces contesto a mamá, pero luego lo pienso un poquito y le pido perdón...
17 Comments:
Son diferentes visiones de la Navidad. La primera corresponde a mi padre, la segunda a mi, y la tercera al peque de mi primo. Curiosas diferencias no?
By Ashavari, at 27 diciembre, 2005 11:51
Ya ves...me gustaria saber que entienden por navidad Bush, Un niño del tercer mundo y Ronaldo.
Curioso, verdad?
La verdad es que de todas me quedo con la tuya...jejeje.
Muchos besitos pke.
Pasate por el blog de mi sister, que esta malita y necesita apoyo y animos la pobre...Gracias vida!
http://imthedaughterofrageandlove.blogspot.com/
By Hija de la Locura, at 27 diciembre, 2005 12:02
....interesante reflexión.... cantando villancicos???? XDD
By Unknown, at 27 diciembre, 2005 12:39
Veo que el señor Humilde jamás ha pedido el aguinaldo... Anécdota del día. Una vez nos echaron del bloque porque se había muerto una señora y estaban de funeral en la casa... :s
By Ashavari, at 27 diciembre, 2005 13:22
:-D
Asín es la vida. Por desgracia, por suerte?
se feliz
By Zifnab, at 27 diciembre, 2005 14:34
la mercadotécnia de las ilusiones...aunque la ilusión prevalece!!
un saludo!
By cieloazzul, at 27 diciembre, 2005 16:27
Hoy me pierdo por aquí poseída por el espíritu navideño para desearte un nuevo año estupendo.
Yo celebraré los 6 meses que cumple Buttercup brindando por todos aquellos que compartieron alguna vez mis paranoias mentales.
Muac!
By Buttercup, at 27 diciembre, 2005 16:49
Te ha faltado la Navidad del 2025. Casi se me alisan los pelos del pubis* sólo de pensarlo.
*(Frase original de Gomaespuma. Es que la Navidad me recuerda a ellos, no sé por qué)
By Pow, at 27 diciembre, 2005 18:41
Jaja qué repertorio Dorian. A mí me encanta recitar lo que yo llamo:
el Pintxolibadiranpantxupintxunpantxonpuntxunpó.
By Ashavari, at 27 diciembre, 2005 22:41
Diferentes no, casi parece que habláis de cosas distintas. Joder cómo pasa el tiempo y como cambian los gustos. Los niños de dentro de 30 años te pedirán un robot que juegue con ellos (como poco).
By Iván, at 28 diciembre, 2005 20:37
Interesante, mucho, mucho.
Me uno a la pregunta de Hija de la locura. Y de postre, volvería a interrogar: Qué es la navidad, no ya a través de los años, sino entre quienes coincidimos, tiempo y espacio, con un número desigual de monedas en los bolsillos.
By Umma1, at 29 diciembre, 2005 20:17
La navidad vista a saltos generacionales, interesante, muy interesante.
Me ha gustado, especialmente, la de tu padre.
By Bito, at 30 diciembre, 2005 01:37
Muy curioso. De seguro que pasamos por diferentes visiones de estas fechas, para volver a la ilusión cuando nos rodeamos de niños.
Un beso.
By Larha, at 01 enero, 2006 20:58
Me quedo con la visión de la navidad del niño de los 50.
Un abrazo y buen año!
By Pipero, at 01 enero, 2006 21:50
Que cierto! Incluso la visión de hoy la has hehco algo light... que mal va el mundo!
un saludo!
By Txiki, at 05 enero, 2006 12:25
Cómo cambian las perspectivas según las diferentes generaciones ¿verdad?
No deja de ser curioso como nos adaptamos a las nuevas facilidades, y como lo de portarse bien sigue siendo un reclamo infalible ;)
By Isthar, at 05 enero, 2006 13:28
me quedo con la visión de los años cincuenta, a pesar de lo terrible ¿o precisamente por lo terrible?
muy bonito, tu cuento ;-)
By Azena, at 11 enero, 2006 20:19
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